lunes, 13 de junio de 2016
R. G. P
Cambiamos de ropa, de casa,
de tinte, de costumbres.
Cambiamos de parecer,
buscamos otros objetivos,
nos entusiasmamos
con llegar a esas otras metas.
Cambiamos de forma de querer,
y de odiar y de amar.
Cambiamos una vez al día
o veinte.
Nos pasamos meses
queriendo ser otros
o volver a ser los que éramos.
En estas nuevas paredes
mis pulmones respiran diferentes,
hay nuevos olores que invaden
los cuadernos y bandejas.
Barro hacia dentro
intentando impregnarme
de todo lo que se me escapa,
pero he entendido
al caer la noche
que el temor a lo grande
me hizo pequeñita.
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