Elvira Sastre nació en junio de 1992 en Segovia. Desde muy pequeñita (y gracias a su padre que le inculca el amor por la lectura) comienza a leer y a escribir.
A los doce años escribe su primer poema y poco después crea un blog con el nombre de "Relocos y Recuerdos".
Unos años más tarde se instala en Madrid para cursar Filología Inglesa. Allí seguirá escribiendo y participando en un sinfín de eventos poéticos.
Elvira tiene publicados tres libros de poemas: Cuarenta y tres maneras de soltarse el pelo, Baluarte y Ya nadie baila.
Además de escritora y filóloga inglesa también es traductora literaria y en estos momentos está preparando su primera novela (con la editorial Seix Barral).
Sastre es inspiradora, cercana, directa, sencilla, apasionada.
Fue ganadora del premio "Emiliano Barral" y además de sus poemarios ha compartido escenario con diversos cantautores (Diego Ojeda, Dani Hare, Adriana Moragues, Joaquín Sabina, Jorge Drexler, Leonor Watling...) y con poetas (Carlos Salem, Escandar Algeet, Benjamín Prado...).
Su primer trabajo como traductora ha sido "Los hijos de Bob Dylan" (Valparaíso) y posteriormente tradujo al inglés las letras del último disco de Vetusta Morla ("La Deriva"). Hace muy poco (abril de este año) tradujo también para Valparaíso un libro de poemas de Oscar Wilde (en el que también escribe el prólogo).
Ha participado en la Feria del libro de Madrid y de Soria, la Feria del Libro de Bogotá, el Festival de Narradores Orales de Segovia, el Festival Inverso o el Encuentro Internacional de Poesía Ciudad de México 2015. Ha dado conferencias en varias universidades de Estados Unidos y ha realizado una gira por Estados Unidos y México.
Cuenta con decenas de miles de seguidores en las redes sociales y su blog sigue recibiendo cientos y cientos de visitas.
Encabeza las listas de los libros de poesía más vendidos del país.
Sus libros hablan de la pérdida, la esperanza, la ausencia, el amor, el desamor, heridas, abrazos, desahogos, olvido, superación...
El mismísimo Benjamín Prado (que personalmente también me encanta) ha dicho sobre ella: "Elvira Sastre le ha enseñado a nuestra poesía el idioma de la juventud" y "Hay poemas de Elvira que me da rabia no haberlos escrito yo".
Elvira cree que "todos estamos hechos de marañas internas, nudos que no se deshacen, suspiros que se quedan en la garganta".
Define la inspiración como "una sacudida que nace dentro del cuerpo (...) algo inmediato que nace y ha de salir en el momento".
No le gusta evitar la tristeza, le gusta que haya alguien al otro lado de su poesía y para ella lo importante son los poemas, no los poetas.
Ha aprendido a ponerse en la piel de los demás gracias a leer y define su poesía como "directa, sencilla pero no simple y visceral".
Sus aficiones son: leer, escribir, comprar plantas (e intentar que no se mueran), escuchar música, viajar, ir a conciertos, buscar ofertas de cosas inútiles por internet, comer y el vino blanco.
Cree que la felicidad es un recuerdo y que "la poesía es el idioma verdadero del ser humano, pone en palabras el resultado de un buceo dentro de nosotros mismos. En una sociedad superficial, egoísta y egocéntrica, la poesía da la vuelta a las cosas y nos muestra tal y como somos: seres humanos capaces de buscar la sencillez de un amor, la calma del silencio o la paz que existe entre las tormentas. Necesitamos más versos y menos gritos".
Me quedo sobre todo con su idea de que "siempre es un buen momento para la poesía".
Hoy escojo este título(aunque los tres que ha escrito me han encantado).
Desde que tuve la suerte de leer a Elvira Sastre aguardo con impaciencia otro nuevo poemario. Cuando me preguntan en el trabajo (soy librera) por algún poeta que me guste o que recomiende hasta ahora tenía nombres como Mario Benedetti, Benjamín Prado, Sylvia Plath, Ángel González, Wislawa Szymborska... pero desde que leí por primera vez a Elvira la tengo presente en todas mis recomendaciones y en mi biblioteca particular.
Desde hace bastantes meses a las librerías llegan nuevos libros de nuevas poetisas y nuevos poetas que inundan las estanterías de novedades. Personalmente creo que es algo bueno porque veo que la poesía llega últimamente a muchas más lectoras y lectores jóvenes, gente "nueva" que han conocido por las redes sociales (poemas que les conmueven) y que gracias a eso visitan las librerías y escogen lo que más les gusta.
Entre toda esta nueva generación de poetas sin ninguna duda mi preferida es Elvira Sastre. Creo que es aguda, sensible, conmovedora, natural, directa...
Un poemario precioso.
Los versos que más me gustaron:
"A quien ya no baila y sólo espera la siguiente canción".
"Te sientas
y lo primero que haces es avisarme:
No llevo ropa interior
pero a mi piel la viste una armadura.
Te miro
y te contesto:
Me gustan tanto los hoy
como miedo me dan los mañanas".
"Una vida sin valentía
es un infinito camino de vuelta".
"Era ese punto exacto de felicidad
que tiene la tristeza
y que nunca se encuentra".
"La última primera vez que la vi
estaba de espaldas
- cómo no,
ella siempre por delante del mundo-,
y me tembló cada huella".
"Ella caminaba
y decía que los ayeres
nunca podrían convertirse en mañanas;
que cuando el reloj se rompe
de nada sirve darle cuerda;
que hay flores que duran un verano
porque la vida es así,
y de nada vale ahogarlas en agua
si ya es invierno".
"Fue uno de esos momentos
en los que las palabras sobran".
"Estaba más bonita, más desnuda y más
lluvia que nunca".
"Hay cosas que no pueden terminarse
porque nunca han comenzado".
"He escrito mi vida
y no me he reconocido.
He querido tanto
que me he olvidado.
He olvidado tanto
que me he dejado de querer".
"He sangrado,
pero
todas mis espinas
han evolucionado a rosa.
Y ahora
mi vida
huele a flor".
"Que no confío en quien me quiere
por no salir de mi rutina".
"Que me resulta imposible
mirar a otros ojos más de tres segundos
porque me aterra ser descubierta".
"Que echo de menos mi futuro
y así con todo,
que soy tan minúscula como el punto de una i
y prescindible como una exclamación de apertura".
"Cuando uno se marcha,
se da cuenta de que hogar no es de donde vienes
ni a donde vas.
Llevamos la casa a cuestas,
y a veces son tan empinadas y estrechas
que la abandonamos a mitad de camino.
Por eso,
cuando nos perdemos a nosotros mismos
cuesta tanto sentirse a salvo.
Cuando uno se marcha
y vuelve al tiempo,
lo hace con otro color de ojos,
con un peso diferente en las manos,
con un sabor distinto en la espalda.
A ti podría decirte
que para mí
cualquier lugar
es mi casa
si eres tú
quien abre
la puerta".
"Eres lo más bonito
que he hecho por mí".
"No me apena la tristeza,
no me dan miedo los días malos
ni las malas personas,
no evito mi caída,
no me importa no acertar".
"Al final siempre acabo besándote,
que es la mejor alternativa a la poesía".
"Hubiera jurado que fuiste real
cuando te vi llorar por mí".
"Ojalá entendieras lo sola que me siento
cuando te pienso,
como si cargara con una tristeza que no me corresponde".
"Quizá sea más triste el silencio
cuando no es forzado".
"Y hace ya demasiadas palabras
que sé que eres un motivo pero no la causa
-esa gran diferencia
que tan poca gente entiende-".
"Tengo que aprender a llorar mejor,
olvidar la vida que no pasa".
"Aquí hace tiempo que ya es primavera".
"Pero mírame: he aprendido a bailar
-quién lo diría, amor,
con esta vida que llevo tan llena de tropiezos-".
"Son inútiles mis trampas:
combatir el miedo a caer
no se hace luchando desde el suelo".
"Quizá sólo se trata de encontrar a quien
te sigue mirando
cuando tú cierras los ojos".
"No dejo de escribir.
No quiero morir".
"Un abrazo falso duele más que una puñalada".
"La vida es para quien se conforma.
La poesía,
para quien sueña y desea...".
"De ti sólo podrán tener tu aire que ya no existe, que
ya es eco,
un recuerdo
que viene y va como el verano".
"Yo te he escuchado preguntándote por qué la vida
es a veces todo lo contrario a su nombre".
"Ser sencillo no implica ser fácil".
"Un día escribiste mi nombre al final de todos mis puntos".
"Allá alguien me ha dicho:
para ser feliz sólo hay que querer serlo.
Y yo te quiero como si no existiera otra opción,
así que imagínate
lo
feliz
que
soy".
"Si no estás,
no me sobra nada:
me falta todo".
"Les enseñaré mis heridas para que aprendan
que acariciar el pasado también sirve para torcer el camino".
"Les haré darse cuenta de
que una cicatriz
es un recordatorio de la victoria".
"Hay mujeres
que son pájaros sin alas en un cielo lleno
de recuerdos".
"Hay mujeres
que son signos de interrogación abierta,
tres exclamaciones siguiendo
una huida".
"Volveré a por ti
y sonreír será entonces sencillo.
Has de saber
que una persona está hecha de otras".
"Siento una urgencia extrema
de no decirte nada".
"Me sobra olvido,
ya ves qué tontería,
cómo puede sobrar algo que no se tiene".
Los poemas que más me gustaron:
YO NO QUIERO SER RECUERDO
A la mierda
el conformismo:
yo no quiero
ser recuerdo.
Quiero ser tu amor imposible,
tu dolor no correspondido,
tu musa más puta,
el nombre que escribas en todas
las camas
que no sean la mía,
quien maldigas en tus insomnios,
quien ames con esa rabia
que sólo da el odio.
Yo no quiero
que tu mundo se dé la vuelta
cada vez que yo me marche,
quiero que darte la espalda
sólo signifique
libertad
para
tus
instintos
más
primarios.
Yo no quiero
quitarte las penas y condenarte,
quiero ser la única
de la que dependa
tu tristeza
porque esa sería
la manera más egoísta y valiente
de cuidar de ti.
Yo no quiero hacerte daño,
quiero llenar
tu cuerpo de heridas
para poder lamerte después,
y que no te cures
para que no te escueza.
Yo no quiero
dejar huella en tu vida,
quiero ser tu camino,
quiero que te pierdas,
que te salgas,
que te rebeles,
que vayas a contracorriente,
que no me elijas,
pero que siempre regreses a mí
para encontrarte.
Yo no quiero prometerte,
quiero darte
sin compromisos ni pactos,
ponerte en la palma de la mano
el deseo que caiga de tu boca
sin espera,
ser tu aquí y ahora.
Yo no quiero
que me eches de menos,
quiero que me pienses tanto
que no sepas lo que es
tenerme ausente.
Yo no quiero ser tuya
ni que tú seas mía,
quiero que pudiendo ser con cualquiera
nos resulte más fácil ser
con nosotras.
Yo no quiero
quitarte el frío,
quiero darte motivos
para que cuando lo tengas
pienses en mi cara
y se te llene el pelo de flores.
Yo no quiero
viernes por la noche,
quiero llenarte la semana entera
de domingos
y que pienses que todos los días
son fiesta
y están de oferta para ti.
Yo no quiero
tener que estar a tu lado
para no faltarte,
quiero que cuando creas
que no tienes nada
te dejes caer,
y notes mis manos en tu espalda
sujetando los precipicios
que te acechen,
y te pongas de pie sobre los míos
para bailar de puntillas
en el cementerio
y reírnos juntas de la muerte.
Yo no quiero
que me necesites,
quiero que cuentes conmigo
hasta el infinito,
y que el más allá
una tu casa y la mía.
Yo no quiero
hacerte feliz,
quiero darte mis lágrimas
cuando quieras llorar
y hacerlo contigo,
regalarte un espejo
cuando pidas un motivo
para sonreír,
adelantarme al estallido
de tus carcajadas
cuando la risa invada tu pecho,
invadirlo yo
cuando la pena atore tus ojos.
Yo no quiero
que no me tengas miedo,
quiero amar a tus monstruos
para conseguir que ninguno
lleve mi nombre.
Yo no quiero
que sueñes conmigo,
quiero que me soples
y me cumplas.
Yo no quiero hacerte el amor,
quiero deshacerte el desamor.
Yo no quiero ser recuerdo,
mi amor,
quiero que me mires
y adivines el futuro.
LLOVIMOS TANTO QUE ME AHOGUÉ
Hablamos tanto de la lluvia
que un trueno acabó atravesándome la garganta
y tuve que escapar.
Tu vida o tu corazón, me dijo alguien,
quiero pasar mi vida en el suyo, le dije yo,
pero eso no era posible,
era tan imposible como un amor platónico cumplido,
como tú y yo, cumplidas,
como tú,
como pedirte que te quedaras después
o vinieras antes,
como mantenerte encendida
al otro lado de la calle
viéndote por la noche sin poder tocarte
y no consumirme en el esfuerzo
de querer tu imposibilidad
al lado de mi almohada,
como negarte a ti
y no negarme a mí en el intento,
como olvidar tu pelo,
como fingir que no estás
detrás de cada palabra que me perturba,
como pretender saber
no echarte de menos
y conseguirlo,
como asentir
creyendo que es cierto
eso de que es el frío
el que hace las ausencias más largas
cuando ahora la única que existe es la tuya
en medio de este incendio de cenizas.
Te acabas de ir
y tus ruidos ya se escuchan por las noches.
Era tan imposible
- tan
imposible
como
pedirte
que
te
quedaras
conmigo-.
La tormenta me sorprendió contigo atrapada
en la mirada,
lanzando botellas al mar llenas de besos
que nunca llegaban, que se extraviaban
que se equivocaban de puerto,
que se rompían intentando llegar a mi boca
y confundían mis barcos y me llenaban de cristales
los labios
que, pegados a la ventana,
congelados,
sólo esperaban verte amanecer.
Y entonces un día me dejé vencer,
olvidé dónde buscarte,
comencé a despegar
tus nudillos de mis pulmones,
me eché la sal de tu sudor perdido
en los ojos,
prohibí tu olor en mis domingos
y escribí todos los antónimos
de tu nombre en mis ventrículos,
si no te olvido a ti
no les olvidaré a ellos,
y al final lo único que quedó
fue un miedo tan inmenso como inconfesable
y un deseo,
sólo quería marcharme de ahí y dejar de esperarnos,
irme lejos, pensando que lejos es donde no estás,
sin darme cuenta de que donde realmente estás es en mí,
y que no te irás hasta que yo lo decida.
Pero empezaba a tener frío
y tú no venías a curármelo,
así que tuve que pedirte sin decírtelo
que me volvieras a dejar en tierra y siguieras con tu vuelo
pero antes quise hablarte del cielo que te rodea,
de que cuando hablas realmente creo
que los relojes carecen de sentido
si no es para pararlos y escucharte un rato más
-sólo un ratito más, lo juro-,
que tuve todos los continentes en mis bolsillos
después de tu abrazo
porque cuando tú respiras
el mundo, a veces, se paraliza,
y otras, en cambio, se tambalea,
pero eso es algo que sólo entendemos
los que hemos visto a la poesía perder las comillas,
que tu risa astilla las penas
y que aunque nos encontráramos en medio de una guerra
que por no querer luchar terminamos perdiendo,
encontré la paz en tus maullidos,
y fuiste algo así como volver a casa
por primera vez
después de perder mil batallas en la espalda.
Quise decirte que mi papel
siempre se redujo a contemplarte desde lejos
y volverte tinta,
que pudimos
y aunque no fuimos
siempre seremos
-ojalá entiendas eso-,
que nos hicimos el amor
una noche que llovimos
y por eso te llevaré conmigo
siempre.
Que ojalá la huida
hubiera sido de tu cama a la mía,
que ojalá la lucha
se hubiera reducido a morderte las caderas
y no a este cansancio
lleno de ojeras mudas,
que ojalá volviera a verte
cada invierno de mi vida
y vieras que contigo nunca tuve prisa
porque conocerte es viajar y besar
dulce y lento
un día de invierno
llenas de frío por fuera
y de amor por dentro.
Y que ojalá sonrías
y no te culpes
ni te castigues:
tú cambias vidas,
pero no destinos.
ANTES(POEMA A LA MANERA DE MI PADRE PARA MI PADRE)
Antes.
Antes
de la música vino tu risa.
Antes
de los sueños vinieron tus cuentos,
las noches sin dormir,
la historia de tu vida
que terminó acunando la mía.
Antes
de la calma vino tu voz,
antesala del descanso,
arrulladora como la espuma del mar,
justa como las divisiones exactas,
pacífica como quien camina abrazado
-bandera blanca entre batalla y gruñidos-.
Antes
del miedo vino tu verdad,
tu empujón tranquilo sin ruedines,
tu experiencia de vida sin edulcorar
que te llevó a tener esa dulzura tan propia
y única que envuelve tu alma.
Antes
de la pena vinieron tus ojos tristes
a enseñarme la belleza del sufrimiento,
a mostrarme que el silencio puede ser un ruido aterrador
o la composición más delicada,
a señalarme que en la ausencia
se encuentra el recuerdo
-y eso es a menudo
la mayor presencia de alguien-.
Antes
de la poesía vinieron tus manos,
tu rostro en mi espejo,
tu letra en mi mesilla de noche,
tus libros en mis ojos,
tu conocimiento sobre mi almohada.
Antes
de la felicidad vino tu caricia,
tu orgullo hecho nudo en la garganta,
tus brazos tan gigantes y pequeños
que protegen sin querer
y salvan queriendo
a cualquiera que se cruce en tu cariño.
Antes
del amor viniste tú con mamá,
con la abuela, con tu hermana, con tu hija,
y con esa manera de tratar a todo lo que amas
como si cada persona fuera un latido
y tú el corazón más inmenso de la familia.
Antes
de mí, del mundo que conozco,
de la vida que he escogido,
de la gente que amo y olvido
en pasado, presente y futuro,
del camino en el que me pararé a descansar
y aquel del cual me saldré,
de las dudas, los miedos, mis sueños;
antes
de todo lo que venga durante y después de mí
estás tú
porque empapas mis virtudes
y nunca has disimulado mis defectos,
porque la admiración y el amor se han hecho uno
cuando alguien me pregunta por ti,
porque tu mérito no es haberme dado la vida
sino haberme enseñado a vivir.
Porque quiero amar de la manera que tú amas.
Porque te amo de la manera que tú me amas.
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