Voy a ir quemando
cada verruga de mi piel.
Voy a hacer
con el hilo de mi cabeza
un tendal
para poesías vacías.
La máquina de escribir
sigue decorando
bajo este cielo insensible
que ya no llora
sobre tus trapos/calzoncillos.
Voy a taparme
tan fuerte los oídos
que nunca más
olvidaré tu voz.
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